Horarios de apertura:
Sábado 9 de Abril de 11 a 19
Domingo 10 de Abril de 11 a 17
Lunes 11 de Abril de 11 a 19
Martes 12 de Abril de 11 a 19
Miércoles 13 de Abril de 11 a 19
Jueves 14 de Abril de 11 a 19
Viernes 15 de Abril de 11 a 19
Sábado 16 de Abril de 11 a 19
Clausura:
Domingo 17 de Abril de 11 a 15
Galerie Katapult St. Johanns-Vorstadt 35, 4056 Basilea, Suiza
RHEINFELDEN Bettina Costa crea collages en los cuales los lugares familiares se convierten en una aventura surrealista. Para ello, la artista de Rheinfelden utiliza papel, tijeras, bisturí y pegamento. Pero esa no es su única forma de arte.
Peter Schütz — az Aargauer Zeitung 07.02.2022, 05.00
La artista Bettina Costa vive en Rheinfelden desde 2006. En la foto, en su lugar de trabajo. Foto: Peter Schütz
En lugar del cielo, una escena con bañistas como en el Rin aparece sobre la cervecería Feldschlösschen, mientras que en primer plano un cachorro mira embelesado una bola de billar. Frente al casco antiguo, los esquiadores se divierten en la nieve iluminada por el sol, por encima de la torre del ayuntamiento se eleva una cara con los ojos cerrados, en la que un alpinista está clavando su pico.
Y en el tejado de la Casa Roja, en la Habich-Dietschy-Strasse de Rheinfelden, una manada de elefantes campa a sus anchas, observada por la gente en una playa que llega hasta la puerta principal. No muy lejos de allí vive la creadora de estas extrañas imágenes: Bettina Costa, nacida en Rosario (Argentina) en 1965, residente en Suiza desde 2001 y en Rheinfelden desde 2006, añade nuevas perspectivas e historias a la visión «normal» de los lugares de interés locales.
El collage muestra la Casa Roja de Rheinfelden bajo una luz diferente. Foto: Bettina Costa
«Rheinfelden surreal» es el nombre de esta serie de obras de la artista de 56 años, quien la describe como un «examen humorístico-provocador de mi lugar de residencia». Utiliza como base propias fotos, otros elementos son tomados de revistas.
«Trabajo con mucha precisión, soy exigente»
Existe una serie similar de Budapest, otras dos se titulan «Intervenciones» y «Surreal Collage». «Es un juego», dice Bettina Costa. Un juego de inspiración e idea, de percepción y de coraje para poner patas arriba lo conocido. El arte consiste no sólo en la disposición pictórica, sino también en la técnica. Porque Costa no lo pone tan fácil como podría parecer el resultado final.
Algunos collages son creados en forma digital en la computadora y en pequeñas tiradas, otros como piezas únicas totalmente realizadas a mano. Lo que necesita la artista: «Buen papel, buenas tijeras, un buen bisturí, buenas gafas, buena luz.» Su nivel de exigencia es alto. «Tiene que ser perfecto.» Todo debe ser colocado adecuadamente, y luego viene la fase más difícil: el pegado. Costa necesita mano firme para eso.
Por eso esta obra es muy pensada, para nada espontánea:
«Quiero las cosas claras.»
Y: «Trabajo con mucha precisión, soy meticulosa.» Esto también se aplica a la pintura, el segundo pilar del cosmos artístico de Costa. Tras un inicio figurativo-realista, se ha decantado por la representación geométrica. Su pintura se reduce a superficies y líneas, los motivos no son reconocibles.
Aunque estas pinturas también pueden parecer simples, son creadas a través de procesos largos y complejos. Costa utiliza la cinta adhesiva para conseguir la claridad y el equilibrio compositivo que imagina con pintura y pincel.
Costa convierte el reciclaje en una forma de arte
Pero, ¿qué hay de los delgados lienzos monocromáticos sobre bastidores de madera, algunos de los cuales miden más de tres metros? En el departamento de Costa, dos de ellos cuelgan verticalmente como vigas en una pared alta. Aparte de un solo color, no contienen nada: ninguna figura, ningún dibujo. De esta manera, Bettina Costa los utiliza para dividir el espacio, utilizando la arquitectura como campo de juego para unas pocas y concisas intervenciones.
Bettina Costa con el retrato de su marido Toni Scherrer. Foto: Peter Schütz
Esta es la historia detrás: en su primera vida, estos lienzos fueron los decorados del teatro en el hotel propiedad de los padres del marido de Bettina Costa, Toni Scherrer, en Laufen. En lugar de comprar nuevos lienzos, Costa tomó los viejos telones de fondo extendidos sobre simples listones de madera y pintó sobre ellos.
Costa convierte así el reciclaje en una forma de arte. Hablando del marido: en la escalera hay un cuadro verde con una silueta roja sin rostro de pie en el centro. Sin embargo, es reconocible como Toni Scherrer. Bettina Costa también ha conseguido aquí un alto efecto de reconocimiento con medios mínimos.
Di, 30. Nov. 2021 Neue Fricktaler Zeitung (extracto)
…Los fotomontajes irónicamente enigmáticos que Bettina Costa muestra en la exposición de Rheinfelden también dan mucho que pensar. En las imágenes, lo familiar del paisaje urbano de Rheinfelden se mezcla con lo fático de regiones exóticas. En el centro de Rheinfelden, frente a la Casa Roja, por ejemplo, se puede nadar como en el Caribe, y las medusas flotan sobre el edificio Pile-Up de Zwimpfer en la Habich-Dietschy-Strasse como en un mundo submarino…
In der Fabrikculture in Hégenheim konnte mit sechs Monaten Verspätung doch noch die trinationale Ausstellung der Regionale 21 eröffnet werden. 73 Künstlerinnen und Künstler aus der Schweiz, Deutschland und Frankreich präsentieren hier noch bis Mitte Juni ihre Werke. Und diese sprechen (fast) alle Sinne an.
Rahel Koerfgen 30.05.2021, 05.00 Uhr
Heller, luftiger Raum: In der ehemaligen Textilfabrik in Hégenheim erhielten die Künstlerinnen und Künstler viel Platz für ihre Werke – Andreas Empl
Nach diesem Winter weiss sie, was es heisst, sich in Geduld zu üben. Gerda Maise schlendert in der Fabrikculture, der ehemaligen Textilfabrik vor den Toren Hégenheims, andächtig von einem Kunstwerk zum nächsten. Als die Kuratorin der Ausstellung zu sprechen beginnt, tut sie das in fast schon liebevollem Ton: «Stellen Sie sich vor, all diese Arbeiten haben ein halbes Jahr lang hier in der Fabrikculture vor sich hin geschlummert.» Schlecht sei das nicht, im Gegenteil, sie habe den Eindruck, die Kunstwerke seien mit der Umgebung eins geworden, eine «prächtige Harmonie» sei das.
Ein halbes Jahr lang hat Maise auf diesen Moment, auf diese Synthese der Künste, gewartet; die Ungewissheit sei nicht einfach für sie gewesen, sagt sie. Die Vernissage hätte eigentlich am 29. November 2020 stattfinden sollen, musste coronabedingt aber kurzfristig verschoben werden. Und das nicht nur ein Mal, das habe an ihren Nerven gezerrt, so Maise. Nun war es am vergangenen Sonntag aber soweit, die trinationale Ausstellung in der Fabrikculture gleich nach der Grenze zu Frankreich ist eröffnet.
Die Fabrikculture in einer ehemaligen Textilfabrik vor den Toren Hégenheims – Andreas Empl
Dass die Ausstellung nun im Frühling stattfindet, wertet Maise heute als Glücksfall. Jetzt fällt die Ausstellung mit den Ateliers ouverts in Hégenheim zusammen, sodass Kunstinteressierte gleich doppelt auf ihre Kosten kommen. Zahlreiche Studios im Dorf öffnen ihre Türen und gewähren Einblick in ihr künstlerisches Schaffen. So etwa das Künstlerduo Christine Camenisch und Johannes Fetsch, das für seine Video- und Lichtinstallationen bekannt ist. In ihrem Atelier in der Fabrikculture taucht der Besucher denn auch rasch in eine Welt des Licht und Schattens ein; an die Wand projizierte Wellenbewegungen, Wolkenströmungen, die stets im Fluss sind, schaffen das Gefühl, in eine sagenhafte Parallelwelt eingetreten zu sein.
Auch die Ateliers in Hégenheim haben offen derzeit. Hier zu Besuch beim Künstlerduo Christine Camenisch und Johannes Vetsch, die für ihre Videoinstallationen bekannt sind – Andreas Empl
Plastikabfall in der Endlosschlaufe
Auch an der Ausstellung selbst, in der 400 Quadratmeter grossen Halle, fällt eine Videoinstallation auf, wenngleich eine kleinformatigere. Auf der Ablage eines Holzobjekts wird in der Endlosschlaufe eine Aufnahme des mit Plastikabfall versetzten Wassers im Hafen von Rotterdam gezeigt; immer und immer wieder. Kunst, die aufrüttelt, Kunst, die ganz konkret dazu mahnt, sorgsam mit der Umwelt umzugehen. Die Künstlerin Mimi von Moos lebt sowohl in Rotterdam als auch in Basel. Vor bald zwei Jahren hat sie die ehemalige Synagoge in Hégenheim gekauft und daraus ein Kulturzentrum geschaffen. Ein Heimspiel für sie also.
Da schwimmt er, der Plastikabfall im Meer bei Rotterdam. Die Videoinstallation von Mimi von Moos und ihre ganz unabstrakte Message – Andreas Empl
Zu den Höhepunkten der von Gerda Maise konzipierten Ausstellung gehören gewiss auch das Hölderlin-Sofa, eine Installation mit Ton vom iPod von Christine Fausten. Aber auch die Baselbieterhälften auf zehn Cortenstahlplatten, geschaffen vom Geografie-affinen Dadi Wirz, der erst vergangene Woche mit dem Spartenpreis Kunst 2021 des Kantons Basel-Landschaft geehrt worden ist. Ein paar Schritte weiter, im Zentrum des Raums, lassen blau gemusterten Stoffmasken auf einem Wäscheständer erstaunt inne halten. Wie auch die Werke von Susanne Lyner, ein Bild mit geworfenem Acryl, und die Skulptur aus Kastanienholz von Peter Thommen.
Die 86 Baselbieterhälften von Dadi Wirz – Andreas Empl
Überfordert mit der Weitläufigkeit des Raums
Die Ausstellung, die neben Maise auch von Clément Stehlin von der Fabrikculture betreut wird, präsentiert insgesamt 73 Arbeiten von Künstlerinnen und Künstlern aus Frankreich, der Schweiz und Deutschland. Sie hatten die Möglichkeit, ihr Werk auf gekennzeichneten Feldern im Raum frei zu platzieren. Dies habe laut Maise einige überfordert, «wann kann man schon in einem Raum von solcher Weitläufigkeit ausstellen?» Sie hat es in Hégenheim bestimmt geschafft, dem Geist der Regionale gerecht zu werden, indem sie einen heterogenen Überblick über das aktuelle Schaffen der Künstlerinnen und Künstler der Triregio bietet. Und dieser Überblick zeigt: Dunkle Zeiten wie Corona können der Kunst nichts. Sie blüht weiter. Oder schlummert einfach vor sich hin.
Die Regionale 21 in der Fabrikculture in Hégenheim findet noch an folgenden Daten statt: 29. und 30. Mai, 5., 6., 12. und 13. Juni, jeweils 11 bis 17 Uhr. Eintritt frei. Infos unter www.regionale.org und www.fabrikculture.net
Con una técnica personal que utiliza el collage y el acrílico, la artista Bettina Costa consigue mostrar en sus obras movimiento, pasión y una composicion pictórica sugerente. La serie «Surreal Collage» de Bettina Costa se expone en el Kunstkiosk hasta el sábado 26 de septiembre. La artista escribe: «La serie es el encuentro accidental entre la realidad y los sueños.»
Horarios de apertura:
Dom 23.05 – 11:00 – 19:00
Sab 29.05 / Dom 30.05 – 14:00 – 19:00
Sab 05.06 / Dom 06.06 – 11:00 – 17:00
Sab 12.06 / Dom 13.06 – 11:00 – 17:00
Performance Irene Maag
Dom 23.05 – 15:00
Dom 13.06 – 15:00
Finissage con Performance
Domingo, 13 de Junio, 15:00
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